Me siento en estado de Kao, de impotencia, de triste espectador de unos hechos contrarios a mis derechos cívicos, humanos, sociales , de persona por el simple derecho de serlo. Miro a mi alrededor y no hay nada que pueda estimular este decaimiento ante el paro creciente, creciente pobreza, fuerte aumento de la exclusión social, destrucción de empresas a doquier, ---cada día las mejores firmas se van uniendo a este rosario destructor de esperanza--.Una "conformidad cómplice con la tragedia" se va apoderando de uno, se va convirtiendo uno mismo en la pura resignación ante el fatalismo inevitable, o creemos inevitable...
Toda una generación de entre treinta y cuarenta años , con una preparación profesional , humana , educación integral envidiable, va engrosando las listas de este descomunal paro , o en defecto, tiene acceso a un trabajo en precario, con muchas horas "laborables" y un salario muy deficiente , contemplando como sus derechos laborables distan mucho del que tuvieron sus padres, como tienen que emigrar, una generación de "luces largas" que no comulga con el contexto laboral, político financiero en el que vive, que no admite por puro sentido común el ridículo paternalismo cacique, político, muy presente en nuestra sociedad ,una generación que tiene criterio propio, que tiene inquietudes culturales, intelectuales, sociales, que tiene un comportamiento pacifista por pura convicción ideológica, una generación con vuelos largos en el campo de la educación , en la investigación , en las artes , ciencias, en proyectos sociales, en el conocimiento de idiomas ; toda esta generación está practicamente en la calle, tirada, ignorada, deambulando de aquí para allá con la idea básica del subsistir como meta suprema debida a las consecuencias de esta crisis estafa