La estrategia persa

Un amigo lector , "El peon de  negras", me pide  colaborar con  artículos suyos  a lo cual accedo muy gustosamente. He aquí el primero:

                                                              " La estrategia persa"

                                                                            

Érase un país muy, muy lejano, en el cual habitaban diferentes castas, entre ellas una llamada asalariados y otra llamada funcionarios. En principio estas dos castas contaban con los mismos derechos, pero, un buen día, el poder decide actuar sobre los derechos de los asalariados, que ahora pasarán a ser la casta más baja.

Cualquier intento de protesta de los asalariados es despreciado altivamente por la casta superior con perlas como:

• Si es tan malo tu trabajo hazte funcionario.
• Te está bien, así sabrás lo que es trabajar de verdad.
• Se te acabó la buena vida.

Algunos iluminados de esta casta intentan prevenir a los funcionarios del peligro de que después el poder actuará contra ellos, pero lejos de escucharlos, los ignoran respondiendo altivamente:

• Yo me he ganado mi puesto, no me pueden echar.
• Si estas así es por que quieres, yo soy un trabajador de verdad, a mí no tienen que espabilarme para trabajar.
• Si es tan fácil mi puesto, estudia para hacerte funcionario también.
• ¡Qué va a ser verdad!, eso es mentira, no pueden hacerlo.

Así que los pobres no tienen más remedio que aceptar la situación, la cual es convenientemente aprovechada por la otra casta, para en sus intercambios utilizar su desesperación. De ese modo, lentamente, la casta de los asalariados desprecia a la de los funcionarios, hasta el punto en que si el poder decide rebajar los derechos de los funcionarios, los asalariados aplauden la opresión. Lo más triste es que, lo que le pasó a los asalariados, antes que a ellos, le había pasado a otra casta, los autónomos, los cuales ahora están convertidos en esclavos y aplauden las medidas contra ellos. Hay algún bloqueo mental desconocido que evita que una casta sea consciente de lo que ocurre a la inferior, y se perciben a ellos mismos como invulnerables a la opresión del otro. Todos son oprimidos cada vez más, pero cada uno en un tiempo distinto, la ruta de las opresiones está clara, cada vez menos derechos, y a pesar de que las castas tienen la capacidad para librarse del opresor, se limitan a pelearse entre ellas. Las pequeñas diferencias entre los trabajos, generan envidia y cada casta tendrá celos de la otra, mientras que no ve sus inconvenientes.

El concepto de castas es amplio y se puede llamar de muchas formas: inmigrantes, asalariados, funcionarios, autónomos, pequeños empresarios,parados, homosexuales, sindicalistas, ancianos, amas de casa... Todos se ven diferentes, nadie defiende a nadie y todos pierden. Bueno, para ser sincero no todos pierden, ganan los poderosos y sus secuaces, siempre.

Esta estrategia está considerada la mejor para oprimir a tus díscolos vasallos, ni siquiera tiene que ser muy elaborada, imaginemos, por ejemplo, que estemos en un país cualquiera, y queramos limitar algún derecho de nuestros fieles siervos, pues bien, sólo tendremos que legislar de forma ligeramente diferente para cada uno, y si, adicionalmente, les decimos que todo está mal, y que son cosas necesarias, aun pedirán mas recortes, contra los derechos de las otras castas inferiores, claro.

Y la gran pregunta es ¿Qué tipo de bloqueo es ese que nos hace pedir que todos seamos iguales, pero por lo bajo? ¿Por qué alegrarnos de que a alguien le rebajen los derechos para igualarlos a los nuestros, en vez de luchar porque los nuestros mejoren?

El peón de negras